El geoturismo, también conocido como turismo geológico, se ha convertido en una de las alternativas más demandadas en los últimos años. Se trata de ofertas turísticas que tienen en la geología su principal motivo de atracción.

El patrimonio geológico y minero es muy susceptible para este tipo de iniciativas. Un tipo de turismo que está creciendo en todo el mundo a través de la creación de geoparques o la adaptación a visitas de antiguas zonas mineras en muchas áreas naturales y urbanas.

España cuenta con numerosos destinos para practicar el turismo geológico y minero. Ya sean antiguas minas, salinas, cabos, volcanes o rutas por geoparques, desde la Fundación te hacemos una propuesta para tus planes de verano.

  • Geoparques de España (un total de 16)
  • Cueva de Nerja (Málaga). Situada a 158 metros sobre el nivel del mar, es una de las cuevas de mayor desarrollo topográfico de Andalucía, con 4.823 metros. Tiene tres bocas de entrada, dos torcas subcirculares y, próxima a ellas, una entrada habilitada un año después del descubrimiento, en 1960, para el acceso de las visitas. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 2006.
  • Parque Natural de Despeñaperros (Jaén). Este parque concentra un extraordinario patrimonio geológico, natural e histórico. Sus desfiladeros han sido el escenario de diferentes episodios épicos como la batalla de Las Navas de Tolosa. La erosión del río Despeñaperros creó este paso natural que conecta la meseta castellana con Andalucía. En este entorno agreste de paredes casi verticales, hay profundos cañones y fallas.
  • Parque minero de Río Tinto (Huelva). La cuenca minera de Riotinto en Huelva ofrece paisajes que recuerdan a Marte. Se puede realizar un viaje en un ferrocarril del siglo XIX a través de los 12 kilómetros de la antigua vía que conectaba la mina con el puerto de Huelva, y disfrutar de un río con colores únicos por la presencia de cobre y hierro en el agua.
  • Cueva del Viento (Tenerife). Se trata de una cavidad volcánica que se formó hace 27.000 años en lavas basálticas procedentes de la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo, situado junto al Teide. Este tubo volcánico recibe su nombre de las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, es el quinto más largo del mundo (18,5 kilómetros topografiados) y constituye una enorme red laberíntica de pasajes subterráneos, siendo innumerables las ramificaciones aún sin explorar que permitirán ampliar su longitud en el futuro.
  • Jameos del Agua (Lanzarote). Los Jameos del Agua son un espacio natural originado en el interior de un túnel volcánico y fue convertido posteriormente en el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique. La palabra “jameo” hace referencia al agujero que se produce como consecuencia del hundimiento del techo de un tubo volcánico, en este caso, el tubo volcánico de la Corona. Ha sido declarado como Sitio de Interés Científico y Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico.
  • Volcán montaña de La Arena en La Oliva (Fuerteventura). Es el volcán más reciente de Fuerteventura, y aun así tiene unos 10.000 años de antigüedad. En él se pueden observar todo tipo de elementos volcánicos como lavas, bloques y escorias. Su cono está formado por piroclastos de color negro y surgen en la base del centro varias coladas que fluyen radialmente.
  • Mina romana de Las Médulas (León). Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. El trabajo de ingeniería realizado para extraer el oro alteró considerablemente el medio ambiente de la zona, dando como resultado un inusual paisaje de arenas rojizas cubierto de castaños y robles. Los grandes movimientos de tierra que se sucedieron conformaron llanuras artificiales que sirven como vías de acceso a otras zonas como el Lago Carucedo, formado a su vez por el taponamiento de un valle con los residuos de la mina, y considerado humedal protegido.
  • Icnofósiles de Monsagro (Salamanca). El municipio de Monsagro, localidad montañosa del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia ha desarrollado una Georuta de Huellas Fósiles dentro del casco urbano que descubre y explica las huellas de distintos organismos de hace 450 millones de años, visibles en las rocas que adornan las casas, calles y fuentes. Es posible observar Cruzianas, que reflejan los desplazamientos de los trilobites, o Rusophycus, que representan zonas de reposo. Los gusanos marinos han dejado huellas como los Skolithos o galerías verticales, utilizadas de morada y estructuras en forma de cono llamadas Daedalus.
  • Valle del Jerte (Cáceres). Está situado al noreste de la provincia de Cáceres y labrado sobre un sustrato granítico. Debe su nombre al río que discurre por él. Algunos puntos de interés que ofrecen zonas de gran belleza son las gargantas y cascadas, y sus piscinas naturales con una extensa vegetación, entre las que destacan la Garganta de los Infiernos (Reserva Natural), la Garganta de las Nogaledas y sus cascadas, la Garganta de Bonal con su cascada del Caozo o la Garganta de Marta.
  • Minas de Santa Marta de los Barros (Badajoz). Santa Marta fue una localidad minera de gran importancia a comienzos del siglo XX. Sus minas de plomo y zinc fueron explotadas intensamente mediante pozos y galerías subterráneas. Aunque la galena y la blenda fueron los principales minerales extraídos industrialmente, su paragénesis mineral incluye otros como la vanadinita, una mena de vanadio. Las tres excavaciones que pueden ser visitadas son la mina Garandina, Pozo Polvorín y la mina de los Llanos, las más accesibles y seguras.
  • Volcán Cerro Gordo (Ciudad Real). Es el primer volcán visitable de la Península. Está emplazado en el Campo de Calatrava con 330 edificios volcánicos que permiten observar la estructura interna de un volcán y su dinámica. Es el reflejo en superficie de un volcanismo de interior de placa de edad Mioceno superior (8.5 a 6.5 millones de años) que se prolonga hasta el Pleistoceno medio. Una interesante visita para descubrir cómo funciona un volcán, entender por qué se generan, comprender los tipos de erupciones y aprender cómo el volcán crea nuevas rocas y construye el paisaje en el que se genera.
  • Montefurado (Lugo). La geología de esta zona está marcada por las rocas metamórficas de edad paleozoicas (anteriores a 250 millones de años), desde el neis denominado «Ollo de Sapo» de origen sedimentario y volcánico a cuarcitas, pizarras y esquistos. El túnel de Montefurado fue excavado en torno al año 100 de nuestra era para secar un meandro del río Sil y poder extraer con más facilidad el oro depositado en sus sedimentos. El túnel tiene una sección de 20 por 20 metros y una longitud de 52 metros después de que en 1934 se derrumbase parte, ya que medía 120 metros de longitud.
  • Laguna de La Mata (Alicante). Se trata de la laguna que se sitúa al norte de la más conocida laguna de Torrevieja. La evolución geomorfológica de este entorno ha originado la aparición de dos cuencas endorreicas. Las lagunas están hidrológicamente unidas mediante un canal artificial. Tanto la laguna de La Mata como la de Torrevieja están comunicadas también con el mar, de forma artificial por medio de dos canales conocidos como «Acequiones».
  • Salinas de Torrevieja. Son las salinas marinas, de carácter natural, más importantes en Europa. Están formadas por dos lagunas naturales: Torrevieja (14 km2 de superficie mojada) y La Mata (7 km2). Actualmente, el fondo de las dos lagunas es plano, lo cual ha permitido mecanizar la explotación. Las Salinas de Torreviejan producen distintos formatos de sal marina para su venta tanto en el mercado nacional como en el mercado internacional, dedicando casi el 50% de su producción a la exportación. Gracias a estas instalaciones se pueden cargar barcos de sal de hasta 30.000 toneladas de capacidad, siendo los principales destinos el norte de Europa y, puntualmente, Estados Unidos.